lunes, agosto 14, 2006

Experiencia de Compra


Una vez en NYC aprovechamos de pasar a Ikea, una tienda muy conocida de muebles baratos, antes de venirnos a Ithaca. La idea era comprar algunos muebles que necesitábamos y lo que se nos ocurriera una vez ahí. Vale la pena decir que los muebles acá son bien caros, en verdad no he comprado muebles en Chile, pero conociendo más menos los valores de los muebles en las grandes tiendas, acá son más caros. Aparte de que son caros, son feos. Sobre gustos no hay nada escrito, sí sé, pero son bien feos. Por lo menos para el gusto conservador chileno. Si no pregúntenle a cualquier chileno que viva acá, y les va a decir que todo es floreado, de roble y gigante.

Ikea en cambio es una tienda noruega que se caracteriza por el diseño moderno de sus muebles. Lo más choro es que está pensado como el “hágalo Ud. Mismo” del Homecenter, sólo que en vez de armar unas repisas, armas el soporte de la cama, los veladores, el escritorio, la mesa, las sillas y hasta un silloncito pequeño… ¿Qué tal? Además los muebles son bellos y de todo nuestro gusto. Aparte de muebles hay todo tipo de cosas para armar una casa, pañitos de cocina, cortinas, toallas, ollas, etc., etc., etc. Si tienen tiempo y quieren vagar por la red, métanse a www.ikea.com para que se hagan una idea de la cantidad de cosas que tienen.

Se podrán imaginar que estábamos felices de ir a Ikea a comprar, después de mirar un par de tiendas por acá decidimos que si no era en Ikea donde encontrábamos muebles, no era en ninguna parte y nos volvíamos extremamente minimalistas en la decoración de nuestro hogar. O por lo menos yo estaba feliz, el Dani estaba un poco preocupado de las finanzas familiares, sobre todo porque comprar cosas me gusta un poco.

Acá me gustaría describir un poco la tienda. Obviamente nos costó llegar a la tienda, logramos recorrer el doble de millas que había desde el hotel a la tienda, porque para variar nos perdimos (aunque parece que esta vez fue mi culpa, porque después de desviarnos a comprar la tapa de la bencina del auto fue un poco más difícil encontrar el camino) pero perseverantes como somos, logramos encontrar la mole. La tienda es ENORME, y esa palabra le queda chica. Para que cachen el tamaño, la tienda está pensada como un paseo por el día, de hecho hay no uno si no dos restaurantes adentro, que son famosos por sus meatballs con salsa de lingonberry dulce (otro tema del que hablaré). Y ojo que no son mini restaurantes, caben bastantes gringos.

La tienda tiene dos pisos y es gigante, realmente grande (no podemos ni estimar los metros cuadrados que tiene con el Dani, pero son hartos!). En la parte de arriba está el showroom, donde uno ve los muebles, los elige, los anota y después, o los retira en la parte de abajo (que es como una bodega gigante) o los pide después de la caja (aquellos muebles que son bastante grandes te los entregan después) directamente para subirlos al auto. Según los casos de Harvard, ésos que uno estudia en la universidad, la gracia de Ikea es la experiencia de compra, los meatballs, los showrroms, etc. Debo reconocer que la tienda cumple con las tres “B”: es buena, bonita y lo más importante “barata”.

Para hacerles el cuento corto, después de unas siete horas dentro de la tienda, de recorrerla un par de veces (por volados nos equivocamos y tuvimos que recorrer la tienda un par de veces) y de gastar una buena parte de nuestro patrimonio familiar en la tienda, comenzó la travesía de vuelta a Ithaca.

Newark queda a unas 4 horas de Ithaca, así que con el Dani debíamos cargar el auto y partir de vuelta a nuestra casita, que seguía desastrosa. No hay elfos acá como en Harry Potter que te ordenan la casa. O por lo menos nuestra casa. Y parece ser que Murphy nos anda persiguiendo, porque el día que decidimos ir a Ikea fue el día más caluroso en el verano en Nueva York.

Una vez fuera de Ikea, hay que cargar las cosas en el auto. Para que cachen como es la cosa, hay una zona especial para cargar las compras, donde la gente llega en autos, camionetas y camiones U-Haul (camioncitos arrendados por hora) para buscar las cosas. Nosotros llevamos al super Tortu a la acción. Con todo lo que compramos parecía una misión imposible poner todas las cosas que compramos dentro del Tortu, debo reconocer que se necesitó de toda nuestra capacidad espacial para hacer caber las cosas y no dejar ningún espacio posible. Para más remate y para que vean la mala suerte, a la hora que estábamos cargando el auto (las 8 de la noche) sólo hacían 36 grados Celsius, y la sensación térmica era de 42 grados. Todo esto mientras subíamos al Tortu sillas, mesas, cama, escritorio y demases. Después de 1 hora cargando el auto y con 42 grados de temperatura partimos a Ithaca con el Tortu cargado hasta el techo (por suerte es un station wagon) y nosotros con un par de kilos menos en el cuerpo por el agua que botamos. ( Acá pueden ver un video de cómo íbamos de cargados).

A la casita por fin...

¡Feliz Cumple Diani y Yae!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es super entretenida la tienda de IKEA y son muy modernos y lindos los muebles, no te olvides de guardar el mapa de como se arman...sino...preguntales a los Kohn como se logra armar sin plano...jajaja como la cancion "dificil, muy dificil" Polly K.

Anónimo dijo...

WUAJAJAJAJAJAJA... QUE RISA!! JAJAJ... en medio de un colapso de estudio.. materia MEGA fome... que mejro que reirse un poco de la desgracia ajena jajja... "hey!! la desgracia ajena te divierte". --->SPRITE JEJEJE... en buena! :P